A Lama

A Lama es uno de los municipios más mágicos de Galicia. Se encuentra a tan sólo 30 minutos de la ciudad de Pontevedra, en la comarca del mismo nombre, entre relieves montañosos. Su población se dedica casi por entero al campo y la montaña tiene un papel muy relevante en la historia del pueblo y las vidas de sus habitantes. Es el sitio perfecto para turismo rural y natural.

Lugares de interés

El entorno natural de A Lama se lleva todas las miradas de los visitantes. Está lleno de magia e historia. En él se pueden encontrar tesoros como la Carballeira das Ermitas, un robledal donde apareció una virgen tallada. La historia dice que trasladaron la talla a un santuario, pero que la virgen volvía sola al sitio donde la habían encontrado.

A día de hoy, la talla reside aquí de forma permanente y es uno de los sitios más importantes para el pueblo. En el robledal se celebra una romería muy querida en agosto. Además, hay siete manantiales que terminan de hacer el lugar algo muy mágico.

El Santuario del Santo Cristo de Xende es otro sitio al que merece la pena acercarse. Vive su mayor vida en una fiesta anterior al Corpus Christi, cuando los feligreses hacen procesionar al santo alrededor de la iglesia.

Por último, destacar la presencia de una capilla del siglo XX que podría pasar desapercibida para algunos. Hablamos de la capilla de la Virgen de los Dolores, que se encuentra en el robledal de Xesta. Cerca se halla la ruta senderista Foxo do Lobo, que lleva hasta el foso donde los ganaderos atrapaban a los lobos para evitar que estos se comieran su ganado.

Otros lugares en A Lama como el Monte Seixo, los petroglifos de Verducido o las cascadas del Oitavén tienen también un gran valor natural, histórico y cultural.

Fiestas

Las parroquias que conforman A Lama celebran varias fiestas a lo largo del año, de diferente índole y que animan a todo tipo de público. Vamos a hacer hincapié en dos de carácter gastronómico que son muy importantes para el municipio.

La primera de ellas es la Fiesta del vino de O Pelete. Tiene lugar en septiembre en este pueblo y pone en valor el vino tinto que elaboran en sus viñedos. El origen de la fiesta se encuentra en la antigüedad, cuando en la época de los arrieros el vino tenía que ser transportado a pie. La historia es curiosa, ya que todo surgió por la coz de una mula al hijo de un arriero. El golpe fue muy fuerte y el arriero juró que regalaría un barril de vino al pueblo si el niño lograba sobrevivir. Por supuesto lo logró.

Según la tradición, en esta fiesta ha de arrojarse vino sobre la gente y el roble de la plaza de la iglesia. En total se destinan alrededor de 4.000 litros de vino a ella.

La segunda celebración más importante en A Lama es la Fiesta del Codillo. Se celebra en la Alameda y se trata de una degustación del codillo local. Por muy poco dinero se puede conseguir una ración de codillo estofado con guarnición y pan servido en un plato de barro. La música no para durante todo el día. Lo cierto es que esta fiesta atrae cada año a más personas de distintos puntos de Galicia, y teniendo en cuenta la exquisitez de su producto y el ambiente que se forma, no es para menos.

Gastronomía

La cultura gastronómica en A Lama está influenciada por la montaña, como prácticamente todo lo demás. En las montañas que lo rodean se han criado siempre vacas y ovejas. Estas carnes y la de cerdo son los productos estrella del pueblo.